El artículo “Psychedelics and the Spiritual Path – Critical Voices and Considerations”, escrito por el Dr. Elliot Cohen y publicado en 2016 por la revista Transpersonal Psychology Review (Vol. 18, No. 1, ISSN 1366-6991), ofrece un análisis profundo sobre el rol de las sustancias psicodélicas en la espiritualidad y la psicología transpersonal. Basado en una presentación en la 19ª conferencia anual de la sección transpersonal de la Sociedad Británica de Psicología, el texto aborda las tensiones entre el uso de psicodélicos para estados espirituales y las críticas desde tradiciones religiosas y académicas.
Contexto del Renacimiento Psicodélico
El renacimiento psicodélico contemporáneo, impulsado por investigaciones como las de la Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos (MAPS), ha rescatado el potencial terapéutico y espiritual de sustancias como la ayahuasca, la psilocibina y el LSD. Este resurgimiento marca una nueva etapa en el estudio científico de los psicodélicos desde su prohibición en los años 60 y 70 (Friedman & Hartelius, 2015). En palabras de Cohen, “estamos entrando (o ya hemos entrado) en un período de renacimiento psicodélico” que conecta investigaciones actuales con los fundamentos de la psicología transpersonal.
Psicodélicos como Catalizadores de la Psicología Transpersonal
El profesor Richard Tarnas, en su discurso de 2014, declaró que “sin el LSD no habría habido psicología transpersonal”. Esta afirmación enfatiza el papel catalizador de los psicodélicos en la evolución de movimientos humanistas y transpersonales, aunque no necesariamente en su concepción original. Esta relación plantea preguntas sobre cómo estas sustancias pueden facilitar experiencias místicas o trascendentes, y si estas experiencias pueden considerarse auténticas.
Críticas desde Tradiciones Espirituales
Cohen integra perspectivas de diversas tradiciones espirituales, como el budismo, el judaísmo, el taoísmo y el hinduismo, para evaluar el uso de psicodélicos. Por ejemplo, el budismo, a través de su Quinto Precepto, desalienta el uso de intoxicantes que nublan la mente, argumentando que estos compuestos exacerban el sufrimiento humano al distorsionar las percepciones y reforzar el apego (Rahula, 2007). Por otro lado, tradiciones taoístas distinguen entre formas externas de alquimia, como el uso de sustancias, y métodos internos más sostenibles basados en la meditación y la introspección (Pregadio, 2008).
Albert Hofmann y la Transgresión Espiritual
Albert Hofmann, padre del LSD, describió el potencial de la sustancia como una “medicina para el alma”, pero también reflexionó sobre su capacidad para cruzar límites espirituales prohibidos. En una carta a Ernst Jünger, Hofmann cuestionó si las experiencias psicodélicas representan una transgresión moral, especialmente al inducir encuentros que muchos describen como “ver a Dios” (Hofmann, 1983, p. 156). Este dilema refleja el conflicto entre la naturaleza química de estas experiencias y las tradiciones místicas que enfatizan el trabajo interno y la disciplina espiritual.
Críticas al Uso Recreativo y la Cultura Contracultural
Durante la contracultura de los años 60, figuras como Timothy Leary popularizaron el LSD como herramienta de exploración espiritual y social. Sin embargo, críticos como Theodore Roszak denunciaron este fenómeno como una “falsa infinitud”, advirtiendo que el uso recreativo de psicodélicos trivializaba la espiritualidad auténtica y fomentaba un reduccionismo peligroso (Roszak, 1995). Abraham Maslow compartía esta preocupación, subrayando que el crecimiento espiritual auténtico no tiene atajos y requiere esfuerzo personal y disciplina (Maslow, 1993).
Perspectiva de Psychonaut: Integración Ética y Terapéutica
Desde la perspectiva de Psychonaut, los psicodélicos son herramientas poderosas que deben manejarse con responsabilidad y en contextos controlados. Si bien Cohen aborda las críticas válidas hacia el uso superficial o irresponsable de estas sustancias, también destaca su potencial terapéutico y transformador en entornos clínicos o ceremoniales bien diseñados. Los psicodélicos pueden facilitar estados de conciencia profundos que promueven la autocomprensión, siempre que se integren con prácticas espirituales existentes y marcos éticos robustos.
Un Equilibrio entre Ciencia y Espiritualidad
El artículo de Cohen concluye que los psicodélicos, aunque controvertidos, tienen un lugar significativo en la psicología transpersonal y la exploración espiritual. Sin embargo, su uso requiere un equilibrio cuidadoso que respete tanto las tradiciones espirituales como los avances científicos. Este enfoque holístico puede reconciliar las críticas históricas y contemporáneas, destacando el valor de estas sustancias como catalizadores de sanación y crecimiento personal en un mundo que busca nuevas formas de conexión y trascendencia.
Cita:
Cohen, E (2016) Psychedelics and the Spiritual Path – Critical Voices and Considerations. Transpersonal Psychology Review, 18 (1). ISSN 1366-6991